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Carolina.

Carolina, se llamaba, nunca la olvide, caminar su carretera era bajar la rumorosa sin frenos, me sonreía, coqueta, y me decía que era romantico, labios de desdicha, licuado de mujer y niña, de peinados de sirena, la esperaba con una rosa al salir de la escuela, me la aceptaba y sin decir palabra se largaba, con eso me bastaba, me vendia cielos por un rato, después se alejaba como taxi en nueva york, me dio un beso aquella noche que la tuve en mis brazos, no pedia mas, eso me bastaba, Carolina y sus vestidos con escote, mire sus tacones haciendo melodías secuenciales en el pavimento, y le contestaba el celular al exnovio y yo allí a la espera de nada, varias noches se me quedo un te amo en el nudo de la garganta, ella solo sonreía cuando le decía que era hermosa, la lleve a ver las estrellas, Yo no soy de este planeta conquistador novato, Me dijo esa noche cuando intente enseñarle el corazón, Carolina, jamás me dijo que no, pero nunca me dio un sí, yo prefería no preguntar qué era lo que quería, con mirarla me bastaba, Carolina y sus labios carnosos, era amiga de la amiga de mi mejor amigo, mas sin embargo la quería, le hice un pensamiento que sigue guardado en aquel motel, la desnude tantas veces en la clase de química, mientras la maestra explicaba sustancias inherentes, jamás me dejo de sonreir, llevaba una falda escolar donde vivía mi deseo, un dia de graduación, de togas y birretes se bajo del tren de mi vida, y la extrañe por un tiempo, luego encontré sin buscar un amor, entonces deje de sentirla pero jamás la olvide, Carolina, ayer la volvi a ver con sus labios remojados, empujaba una carreola, sus dolchegavana no me dejaron verle otra vez los ojos, Carolina que hubiera dado yo por saber que pensabas hacer conmigo, me volvió a sonreir pero ahora mas discreto, un beso en la mejilla, dejo como sello de gobierno, para que nunca en mi vida la olvidara, Carolina tus caderas ahora son más anchas, pero aun sigues siendo esa figura de musa de pintor nudista, Carolina cuanto hubiera dado yo por saber si aquella noche de estrellas, hubieras aceptado mi te amo que se me quedo en el nudo de la garganta, moriré sin saber si ella me daría un si, la de la sonrisa de sueños, en aquellos tiempos de colegio donde el presente era lo que importaba, me moriré sin saber si ella me amaba o conmigo a los amores jugaba.

GonzalezRojo©

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy...pasmada.

Hermoso...tenero quien te ame asi.

Un beso.

Liz